Una de las islas más bonitas del mundo es volcánica. Desde Hoteles Elba te contamos todo sobre el volcán de Lanzarote. ¡Solo para atrevidos!

Bajo el abismal fondo del Océano Atlántico, hace 20 millones de años, la tierra descargó en toneladas de lava toda su rabia. Del desorden de un fenómeno así nació la isla de Lanzarote, con paisajes de lo más variopinto, colores imposibles y cicatrices en forma de cráteres.

Lanzarote es una isla volcánica que, como el resto de Islas Canarias, nació del proceso de apertura del Atlántico. No fue hasta 1402 cuando los primeros habitantes comenzaron a tomar posesión de una isla tan rebelde que en 1730 y en 1824 reactivó sus volcanes y sepultó a más de diez pueblos. ¡La naturaleza es indomable!

El evento que marcó la historia de la isla fue la erupción volcánica en la Vega de Timanfaya, en el siglo XVIII. Piedras, escorias, cenizas y arena caían con fuerza en todos los rincones. Su presencia se ha hecho eterna en el Parque Nacional de Timanfaya, una extensión de más de 200 kilómetros de paisajes lunares con más de 25 volcanes que se han convertido en un tesoro para geólogos de todo el mundo.

Una de las evidencias de la intensa vida volcánica de Lanzarote es el viñedo de La Geria, un paisaje negro moteado con pequeños círculos de piedras que protegen a las uvas del agresivo viento de la isla. Uno no puede despedirse de Lanzarote sin probar el recuerdo dulce de sus volcanes mientras se aloja en el reciente hotel de nuestra cadena, Elba Lanzarote Royal Village Resort.