Fotografía: Escapism Magazine - Vilmos Vincze

Si eres amante de las rutas de senderismo, en Fuerteventura puedes disfrutar de las mejores rutas para practicar tu deporte ideal acompañado de tu familia.

Fuerteventura ofrece muchísimas posibilidades fascinantes para los aficionados a las buenas caminatas que se rinden ante los paisajes singulares. Pero hay una ruta que ningún buen senderista puede perderse. Nos referimos al antiguo sendero que conduce desde la zona de Sotavento hasta el solitario pueblo de Cofete, actualmente formando parte de la red de Caminos Naturales de la isla.

Nos encontramos en la península de Jandía, en el extremo meriodional de la isla majorera. Aquí el silencio es un elemento más del paisaje. Y como a él le rasgan el viento y, de tanto en tanto, el susurro del mar. El vasto terreno ocre y pardo que se extiende a nuestro alrededor es el resultado de erupciones volcánicas que tuvieron lugar hace millones de años. Lo explican en detalle los paneles informativos que marcan el inicio de la ruta, punto al que se accede fácilmente en coche desde la cercana localidad turística de Morro Jable, dejando a nuestra espalda la playa de las Coloradas.

La ruta senderista hasta Cofete discurre a lo largo de 6,7 kilómetros bien señalizados, abriéndose paso por el Gran Valle. Esta explanada brinda una maravillosa panorámica de la cordillera, cuya cota máxima alcanza los 800 metros, y encanta a los aficionados a las rutas de senderismo en Fuerteventura.

La pendiente del terreno, aunque continua, no es demasiado abrupta, por lo que no se requiere una gran forma física para llevarla a cabo. Sólo el último tramo de la Degollada, cuando literalmente pasamos al otro lado de la montaña, exige intensificar la atención, sobre todo, si hemos elegido un día con viento… lo que en Fuerteventura no sería nada extraño.

Pero ese pequeño esfuerzo merece la pena sólo por contemplar el paisaje agreste y extrañamente cautivador que nos regala el Barlovento. Varios cientos de metros más abajo se divisa, a la izquierda, el pueblico de Cofete, apenas unas pocas casas diseminadas; de frente, la poderosa línea de la costa del Atlántico y la playa salvaje; y a la derecha, en mitad de la nada, un solitario caserío, la Casa Winter.

A excepción de que seas un aficionado al misterio y a Cuarto Milenio, es posible que nunca antes hayas escuchado hablar de ella. Sobre la Casa Winter circulan todo tipo de historias truculentas: que si fue un punto de aprovisionamiento para los submarinos alemanes en la Segunda Guerra Mundial (cosa imposible), que si sirvió de refugio de nazis huidos tras la contienda bélica,…  Lo que se sabe a ciencia cierta es que la diseñó el ingeniero alemán Gustav Winter,  que se construyó en 1946 en un lugar remoto de muy difícil acceso y que aparentemente nunca llegó a acabarse. Que esconde algún misterio parece evidente… pero, ¿cuál?

Actualmente la Casa Winter, que se encuentra en terreno protegido, se puede visitar, aunque no es un museo y no se sabe muy bien qué ocurrirá con ella. Quizás algún día se convierta en efecto en un museo y se ataje así su progresivo deterioro. Quién sabe.

Antes de volver sobre nuestros pasos por la Degollada es buena idea coger fuerzas en Cofete con unas ricas papas con mojo y una ‘Dorada’ bien fresquita.  Si estamos muy cansados, se puede tomar el autobús que lleva de vuelta a la civilización… y rematar la jornada descansando en cualquiera de nuestros hoteles en Fuerteventura. Seguro que seguirás pensando en las impactantes vistas de la playa de Cofete y en la Casa Winter y sus misterios.