De pie o sentado. En la arena o en una terraza a la sombra. Cualquier lugar es bueno para ese ritual del tapeo que tanto engancha cuando aprieta el calor.

En todo plan de vacaciones siempre hay un ratito libre para disfrutar de la gastronomía de la región, una forma distinta de conocer la cultura local.

Se suele contar que el término ‘tapas’ nació siglos atrás cuando en los bares y las tabernas se tapaban las bebidas con un trozo de jamón o pan para evitar que cayeran insectos. Hoy, además de ser una forma divertida y diferente de comer, se han convertido en un elemento de relación social. ¿Quién –por lo menos en España- no se ha ido nunca de tapas?

En Andalucía las tapas tienen mucha relación con el clima: son coloridas, fresquitas y, en su mayoría, “pescadas” en las aguas mediterráneas.

Prueba las tradicionales tapas andaluzas 

En el primer puesto se sitúan los famosos espetos, símbolo de la Costa del Sol. La receta consiste en ensartar pescado, aderezado solamente con sal, en cañas largas y asarlo en brasas de leña. El famoso es el de sardina, pero también puedes probar los de pulpo, sepia, calamares o chipirones.

Las tortillitas de camarones son otro imprescindible. Una tapa frita hecha a partir de harina y camarones en aceite de oliva y con un chorrito de limón. Crujiente y sabroso. No olvidemos que, como en el sur, no se fríe en ningún otro lugar del país.

Para refrescarse, nada mejor que el salmorejo, más espeso que el gazpacho, preparado con buenos tomates, pan y aceite de oliva, y acompañado de huevo duro y jamón. Marida muy bien con las berenjenas fritas, rociadas con un chorrito de miel que les aporta un sabor delicioso.

Las papas aliñás de la costa gaditana, con cebolla picada, buen aceite de oliva, vinagre y sal son de esas tapas que nunca pasa de moda. Si te apetece algo más ligero, pide una ensalada de tomate natural y melva.

Para acabar, el ajoblanco almeriense. Se trata de una crema fría de almendras y ajo que se suele tomar en vasos alargados y deja un sabor refrescante e inconfundible.

Una recomendación: no pruebes todas las tapas en un solo local. ¡Pasea, prueba y descubre!